Por
Carmen Duerto
Hasta
el domingo se puede disfrutar, como lo hicieron el viernes la princesa Kalina de
Bulgaria y su familia, del Festival de Luz y Vanguardias en Salamanca. Arte y
luz proyectados sobre edificios históricos de la ciudad. La Casa de las
Conchas, el Ayuntamiento, La plaza de la Catedral Nueva o la Iglesia del
Convento de San Estaban se convierten en lienzos por los que aparecen dragones,
rayos sicodélicos, caras, serpientes, figuras geométricas, construcciones que
se rompen con un martillo virtual, música y mucha luz. Algo verdaderamente
excepcional y magnífico que ilumina, aún más si cabe, la belleza de Salamanca.
La idea partió hace ocho meses de Benito Berceruelo, Consejero Delegado de
Estudio de Comunicación, con el apoyo de Iberdrola, cuyo presidente, Ignacio
Galán, hace gala de ser salmantino, de ahí, que la ciudad donde ha nacido este
innovador Festival abierto al público y gratuito, haya sido Salamanca. Cuatro
días en los que a partir de las diez de la noche, los edificios del casco
histórico de la ciudad cobran vida.
Además
de las obras creadas por 35 alumnos de Bellas Artes y Comunicación Audiovisual
de la Universidad de Salamanca, que se proyectan en la Casa de las Conchas, han
sido invitados a proyectar sus creaciones en la Iglesia Convento de San
Esteban, el Patio de las Escuelas, el Colegio Fonseca y la plaza de Anaya,
cuatro reconocidos artistas; Daniel Canogar, Carlos Irijalba, Edwin van der
Heide y Anna Barriball. También hay un grupo de ocho obras que se presentan a
concurso (10.000 euros de premio) son las que pueden disfrutarse en la fachada
del Ayuntamiento en la Plaza Mayor de Salamanca, aquí toman parte desde artistas
independientes a productoras de creación audiovisual y les puedo asegurar que todas
son fabulosas. El único inconveniente es que sólo dura cuatro días y el domingo
a las doce de la noche, como una cenicienta plegarán sus luces.
Acercarse a
Salamanca, es un buen plan siempre, pero aprovechar este fin de semana para
disfrutar de un espectáculo efímero, creado única y exclusivamente para ser proyectado
sobre esos edificios singulares, es una experiencia sensorial única. Ese
momento en el que sobrevuela un dragón y lanza su llamarada de fuego, el edificio
se rompe en mil pedacitos, una medusa-cara te hipnotiza o unos rayos de colores
en medio de una humareda sicodélica te invitan a teletransportarte es
irrepetible. El año próximo habrá más pero no serán iguales.
Para seguirme en twitter; @cduerto
Para seguirme en Ïnstagram; @carmenduerto
No hay comentarios:
Publicar un comentario