Desde la cresta de la ola de la crisis total saqué dos conclusiones de los VII Premios Internacionales Yo Dona; se acaba un ciclo y comenzamos el futuro. Hay esperanza y ganas de remontar. Total, como decía Serrat, ya no se puede bajar más, así que desde ahora todo será cuesta arriba.
Jaime
Cantizano, lleva cinco años diciéndolo; “venimos a hablar de la mujer que construye el futuro”. Tengo que
reconocer que a mi tanto ir para acá y para allá con la mujer, me cansa. La
primera que llamó a un timbre, la primera que se subió a un árbol, la primera
que le dieron un Nobel…..o qué piensan las mujeres de los garbanzos o de los
coches teledirigidos. Me gustan las personas, me rindo ante la excelencia y se
me ponen los pelos como escarpias con la buena gente. Cuando lo encuentro en
los humanos, se me olvida de qué color, raza y condición son, tanto, que soy
capaz de pronunciar mi mejor inglés para poderle decir a Chido Govera, que la
admiro y que respirar el mismo aire que ella es un lujo.
Chido hizo el esfuerzo de leer su discurso en español. Lo
que nos dijo hay que grabarlo a fuego en el cerebro y en el corazón; “Hoy es el día más largo del año en el
hemisferio norte. En el hemisferio del que yo vengo, el del Sur, es el más
corto y marca un nuevo comienzo. La esperanza tiene futuro y ese depende de las
decisiones que cada individuo tome en su vida. Depende de nuestra decisión de
honrar a las personas capaces de hacer algo diferente. No he cambiado el mundo,
sólo trato de hacer lo mejor para mi corazón y eso empieza por cambiar las
circunstancias de las personas cercanas. El mundo de hoy no necesita más
víctimas. Hoy nos llaman a tomar decisiones positivas, dando lo mejor de
nosotros mismos”.
Con los pelos como escarpias y más conociendo que Chido, con
sólo siete años, se convertía en cabeza de familia, Judit Mascó, se levantó a recoger el Premio Icono Solan de Cabras a
la Labor Social. Judit Mascó. “Este
premio se transformará en vida, gracias a la donación económica de Solán de
Cabras, podremos proveer de agua potable a 370 personas durante un año en el
campo de refugiados de Goz Amer en el Chad. El trabajo que hace Intermón Oxfam
es inmenso y necesario. El agua da oportunidades”
A continuación otro de esos casos de mujer corajuda, que
dirían en Méjico país donde tiene muchos conflictos abiertos, la abogada Almudena Bernabéu, recibe el Premio a
la Labor Profesional sin victimismos, darnos un chupinazo de realidad “este premio reconoce que los derechos
humanos importan. Solo soy la portadora de un premio que representa a miles de
personas que no tienen voz y esto les permite recobrarla”.
Antes de degustar el cilantro de plátano, maracuyá y
crujiente de regaliz del postre, Ana
Rodríguez, me pidió que le presentará a Almudena Bernabeu “porque es lo que más ilusión me hace,
conocerla porque yo soy guatemalteca y quiero hablar con ella”. Así que ahí
la dejé con las diabluras del Obrador y las infusiones digestivas. Me gustó
también que Mar Flores, aclarará vía
twitter a sus seguidores que su traje era The 2nd Skind “unos amigos míos que están empezando” y la verdad, como la tengan a
ella de embajadora, que ya lo intentaron con Tamara Falcó hace años, su imagen
se verá recompensada. Otra mujer que me encantó lo suelta que estaba por la
fiesta fue Lolita Flores que con su
Hannibal Laguna “estoy feliz de
encontrarme con tantos amigos” y allí que iba ella de un lado para otro,
subiéndose la falda y dejando esas piernas al descubierto, que ya le gustaría a
Angelina.
Otro momento magnífico de los premios es cuando reparas
en la cantidad de talento textil que se junta en un mismo espacio, Kina Fernández, Nuria Sardá, Sybilla, Montesinos, con el que comenté la
tragedia del cierre de Elisa Palomino, Juanjo Oliva –por cierto, que algún Juanjo Oliva by Elogy ví en la
fiesta, lo que me no me extraña, tener Alta Costura a precios asequibles es un
lujo- Carlos Díaz –con su
reinterpretación del esmoquin para caballeros-, Ana Locking –que también vistió algún esmoquin como el de Rubén Bejarano-,Lorenzo Caprile –que le daba consejos de cómo posar a Nuria March que llevaba un vintage suyo y que dentro de unos meses
tendrá una sorpresa que contar al alcance de todas y hasta aquí me deja contar
Caprile…-, Nicolás Vaudelet –que
lleva un año con su propia marca y no para de venderles a las princesas árabes-.
Vicky Martín Berrocal, que
discretamente y con mucho arte se está colando en territorio ACME, desde luego
su corner del Corte Inglés de Serrano es de lo más visitado. Lo sé porque Magali Yus me lo acababa de soplar al
oído. Miguel Palacio y Laura Ponte, que no llevaba un collar
de su firma “porque aún no tengo dinero
para tanto oro y tengo que hacer piezas que se puedan vender bien como los
anillos”.
Y proporciones son las que manejó divinamente Jacob
Bendahan de Comcepto para hacer la miscelania perfecta de invitados. Ese tanto
por ciento de arte con uno de nuestros mejores tenores, José Manuel Zapata, que triunfa ahora en el Teatro Real de Madrid
con Popea y Nerone, que a mi la puesta en escena me horroriza pero cierras los
ojos y disfrutas con las voces; el director del ballet nacional; Antonio Najarro, que a finales de mes
bailan en los jardínes de Sabatini y ya tengo asiento reservado con María
Lapuerta, el señor de ARCO; Carlos Urroz,
que fumaba cigarrillos rubios de la China y también Elena Carrera que diseñó la pulsera que se regalaba a la salida. Su
cuarto y mitad de empresarios; Carmen
Valiño, que está sacando adelante, como una heroína, a su “Merlín
Comunicación”, Rosa Tous o Pedro Trapote y su mujer Begoña, que llevaba las esmeraldas –en propiedad- más
espectaculares de la noche, superando a las habituales de Cuqui Fierro. Emiliano
Suarez Jr, daba fe de ello. Por cierto, Emi, que estuvo días atrás con Scott Schuman y con Mario Testino de misiones, no perdió ocasión de cantar
ópera a cada plato que le ponían por delante.
No entraré a analizar los diferentes bailes que, en ese
jardín exterior de diseño del COAM, nos sirvieron para tomar los cócteles con
wasabi post cena, hay que aprender a hacerlos, son la caña. Sólo comentar que
los primeros en abrir pista, aunque más bien sería césped, fueron Diego Copado, que todo hay que decirlo
era reacio pero le obligué con persuasión… junto a Cristina de Catalina, Sylvia Carrera, Chiquín Figueroa, Beatriz
Cortazar, Mónica Villar, Helena Bermúdez de Castro y Emmanuelle Monreal, las mujeres con
la estela más olorosa de la noche. Qué rico huelen a chanel, hugo boss,
rochas….y qué buena gente son ellas por sí mismas.
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