Eugenia Martínez de Irujo contratada por Kelme

Siempre he pensado que es una faena no aprovechar las oportunidades que a uno le regalan por nacer en un determinado país, familia, año....Cuando veo a personas como Eugenia Martínez de Irujo que han desaprovechado todas las oportunidades que le han servido en bandeja de plata, me da una rabia infinita. Siempre pienso en el partido, que otras personas en su situación, le habrían sacado a esas oportunidades.
Podría haber estudiado lo que hubiese querido en donde hubiese querido. A los estudios reglados le habría añadido, si hubiera tenido capacidad e interés, el haber sido una esponja de todos los personajes interesantes del mundo de la cultura, política, economía....que seguramente han pasado por sus casas.
Esa formación le habría llevado a desarrollar su vida de una forma productiva para la sociedad. Pienso en el médico, en el químico, en la empresaria, en la científica o la veterinaria....que ya no será. Qué oportunidad perdida. Ojalá le hubiera tocado la lotería de ser Alba a alguno de los cientos de investigadores que trabajan, por ejemplo, por la mañana de secretaria para vivir y por la tarde gratis para investigar. Estoy pensando en mi amiga Itziar, investigadora en el departamoento de neurocirugía en el Ramón y Cajal y en Irene que lo hace en la unidad de investigación sobre el cáncer de La Paz.
Lo que ellas podrían hacer con ese dinero que recibe Eugenia de Alba por hacerse fotos con un montón de zapatillas y lo que es peor, el partido que ellas le habrían sacado si hubiesen sido Alba con la cabeza tan bien amueblada como la tienen.