Por Carmen Duerto (publicado en www.diarioabierto.es)
2015 ha sido el año de la
consolidación del estilo de Letizia como reina. Un afianzamiento que
inevitablemente tiene como fondo musical el “temazo” de Marta Sánchez; “Soy yo, la
que sigue aquí, soy yo te lo digo a ti…”. Por si alguien no se había dado
cuenta, doña Letizia habla con su ropa. Si al principio como princesa cada vez
que recibía críticas por alguno de sus estilismos ella enseguida trataba de
amainarlas contrarrestando, ahora parece estar más segura. Aunque no deja de
mirar en todas las direcciones, observando todos los movimientos y a todas las personas,
en lo que se refiere a su estilismo podemos afirmar que se consolida.
Hay coincidencias curiosas en
relación con su vestuario y como éstos no se explican porque su armario pertenece
a su vida privada, hay que acudir a la comunicación no verbal expresada con su
forma de vestir. Así que será casualidad o intencionado pero siempre que la
situación parece no ser de su agrado saca del armario los zapatos transparentes.
Cuando quiere reafirmar el lado profesional, especialmente en las ocasiones que
acompaña a su esposo, se ajusta el traje pantalón y la chaqueta oscura ,no es una
mujer florero, así que el traje de chaqueta la vincula al mundo ejecutivo.
Le gusta ir ajustada, con la
falda más corta que larga y si tiene que llevar manga, se decanta por la tipo
francesa de tres cuartos. Pero es una mujer que se encuentra cómoda con los
brazos al aire y con ello deja al descubierto los músculos fibrosos y trabajados
que lucen sus delgados brazos al dar su enérgico apretón de manos. No hay nada
más desagradable que un saludo fofo y ella lo sabe, de ahí que doña Letizia sea
de apretón fuerte.
También en trajes de noche
le gusta recurrir al escote palabra de honor que le marca los omóplatos, parece
sentirse a gusto mostrando hombros y alguna vez nos ha sorprendido mostrando
una espalda generosa. No sigue rigurosamente las tendencias y en sus estilismos
no se parece a la fashion victim que
es Rania de Jordania, aunque se
ponga alguna chupa de polipiel, un mono con cinturón ancho o una capita.
En cuanto a los complementos,
sigue sin usar la alianza de casada pero sí que le gustan los buenos pendientes
con caída. Alguna pulsera con los nombres de sus hijas y de su sobrina Carla o aquella de goma amarilla
reivindicando la “racionalización de horarios en España”, algo que se ha
empeñado en intentar conseguir también para ella y su equipo. De ahí que los
actos a partir del viernes por la tarde y en fin de semana sean escasos. Son
horas para disfrutarlas con sus hijas o los amigos, y para esos momentos se
relaja del vestuario oficial y elige una ropa tan casual que sorprende verla
con vaqueros rotos, la polipiel o camisetas con mensajes.
En los zapatos también hemos
observado una reafirmación, la del abandono progresivo de los “letizios” para
aficionarse al zapato de salón con tacón fino y el alza delantera disimulada. En
la noche sí que sigue siendo fiel al que puso de moda, con buenas alzas
delanteras y altísimo tacón que queda tapado dado el largo o extralargo de sus
vestidos de gala nocturnos.
No lleva reloj pero sí
consulta la hora, los whatsapp y las redes sociales en sus dos teléfonos
móviles, por tanto, ella que es más de cartera de mano que de bolso de colgar en
el hombro o en el brazo, lleva estos complementos de buen tamaño para que le
entren con facilidad los artilugios tecnológicos, un pañuelo desechable, el
lápiz de labios y poco más.
El pelo también ha llamado
la atención en este 2015, según algunos profesionales de la peluquería
consultados, ha sido una gran demostración de todo lo que se puede hacer en una
cabellera con un pelo tan fino. Ha usado extensiones, postizos, tenacillas para
marcar ondas, trenzas, rizos y alisamientos. Tonos de rubio más claros y más
oscuros y un largo que durante este año ha mantenido en la melena corta sobre
la que ha ido aplicando técnicas para cambiarla según las circunstancias.
Posiblemente el top ten ha sido el que los peluqueros denominan: “recogido bajo
trenzado y texturizado”. Hay quién
podría pensar que tanta variedad estilística es producto de una inestabilidad,
de un no encontrar el estilo adecuado, pero también hay quien se inclina por
otra explicación; dado que generalmente su estilo quiere ser austero, es en el
pelo donde se permite “arriesgar”, sabiendo que cualquier “innovación” genera
comentarios.
Este año le ha dado mucho
juego la combinación de abrigo largo y traje. Ha mantenido la repetición de
prendas pero ha incorporado un extenso ropero nuevo, dado que su agenda también
ha sido más amplia. Hay personas que la encuentran más segura, más afianzada y eso
se nota no sólo en el vestir sino también en el andar. Aunque no haya perdido
esa inevitable forma de ser que le hace observarlo todo y saber en todo momento
dónde se encuentran las cámaras. Esos inmensos ojos perfectamente perfilados con
khol negro no pierden detalle de lo que ocurre a su alrededor. Su porte es más
que recto, parece que llevara libros en la cabeza para mantenerse en actitud
firme, lo que la estiliza aún más y la posición del dedo índice en todos sus
posados llama la atención, fíjénse.
Así como 2015 es el año de su
afianzamiento, en cuanto a estética ha sido de mantenimiento, blanqueamiento
dental, el ácido glicólico, el deporte, los efectos del gimnasio que se
aprecian en los brazos y en los gemelos de las piernas. Letizia es aficionada a
dar largas caminatas y ahora puede que esté practicando la escalada, dado que
la última vez que coincidimos con su estilista en un showroom de ropa, estaba buscando “pies de gato”, las zapatillas que
se usan para la escalada.
Para seguirme en twitter; @cduerto
Para seguirme en Instagram; #carmenduerto
No hay comentarios:
Publicar un comentario