viernes, 15 de enero de 2016

25 aniversario de Harald de Noruega

Un rey de calcetín grueso con sandalias

Por Carmen Duerto (publicado en www.diarioabierto.es)  

Noruega ha tenido 64 reyes. Su Monarquía la comenzó un Harald y la cierra otro, el actual, Harald V de la Casa Glücksburg, la misma sangre que corre por las venas de la reina emérita Sofía. Harald fue el primer príncipe nacido en Noruega en 567 años, asumió ser rey el 17 de febrero de 1991 y cuatro meses más tarde, el 23 de julio, quiso ser consagrado en la Catedral de Nidaros para recibir la bendición de sus deberes reales del mismo Dios. Este fin de semana en ese pequeño país nórdico, celebran el cuarto de siglo del reinado de Harald V y su esposa Sonia, con fuegos artificiales, salvas de honor, juegos de invierno y conciertos de música, justo cuatro días después de que el primogénito de Mette Marit, Marius Borg, haya cumplido 19 años.
Y aunque no esté previsto que asista ningún miembro de la familia real española a los actos conmemorativos del 25 aniversario, decir que hay lazos comunes entre ambas monarquías. No sólo la sangre Glücksburg les une, también las coincidencias, Harald también conoció el exilio al ser invadida Noruega por los alemanes en 1940. Con tres años abandonaba su país para instalarse junto a su madre en Washington, mientras que su padre y su abuelo esperaban tiempos mejores en Londres. Al rey Harald también le gusta la caza, la pesca, la vela y al igual que don Juan Carlos, el rey noruego tenía dos hermanas mayores; Ragnhild y Astrid, pero al ser él el varón y dada la discriminación nobiliaria que ha mantenido desde siempre la nobleza, fue él el llamado a ser sucesor de su padre, el rey Olaf V. Hecho que él mantuvo hasta que el Parlamento derogó en 1990 la discriminación por sexo que recogía su Constitución, siendo por tanto su heredero el hijo varón Haakoon, casado con Mette Marit y no la primogénita. A Marta Luisa, fisioterapeuta, escritora, cantante y vidente de ángeles, no parece afectarle haber sido relegada en la sucesión por su hermano pequeño,  posiblemente con las obligaciones regias, la princesa no habría podido fundar la escuela alternativa Astarte Education para enseñar a la gente a comunicarse con los ángeles y hacer viajes espirituales.
Harald no tuvo fácil casarse con la “plebeyaSonia Haraldsen. Le costó una década convencer a su padre. Cuando por media Europa corría el rumor de un “noviazgo” entre el príncipe noruego, Harald y la princesa griega, Sofía, la realidad era bien diferente. Puede que Sofía estuviese ilusionada con el nórdico, gracias a las estrategias de su madre, Federica de Hannover, lo cierto es que el príncipe heredero ya estaba loco de amor por la hija de unos comerciantes noruegos, por la que hubiera sido capaz de renunciar a sus derechos dinásticos por amor, historia que se repitió después con su hijo Haakon cuando planteó casarse con Mette Marit. En marzo de 1968 su padre el rey Olav cedió y el gobierno autorizó el enlace. Antes de que alguien cambiase de opinión, en cinco meses se casaron.
Harald ha visitado con frecuencia España de forma privada para tomar parte, entre otras actividades, en regatas de vela. Su barco el Fram siempre amarraba a la vera del Bribón del rey Juan Carlos y del Aifos del entonces príncipe Felipe. Sería por rivalidad náutica o por no tener nada más que comentarse que, apenas se daban un apretón de manos sin más, y según llegaba el rey noruego de las pruebas, solía descalzarse sin quitarse sus calcetines gruesos y se quedaba un buen rato bebiendo en la cubierta unos cuantos botes de cerveza noruega bien fresquita junto a su tripulación, uno de ellos de pelo largo con aspecto vikingo era a su vez su escolta. Prueba de la normalidad regia que se respira en ese pequeño país nórdico, en el que uno puede hacer un picnic en los jardines abiertos del Palacio Real en el centro de Oslo o ver pasear a Mette Marit con sus niños sin despliegue policial, es que el rey se iba caminando por el paseo marítimo de Mallorca hasta su hotel y aprovechaba el trayecto para ir probando la cerveza local. Hay una anécdota que refleja tanta normalidad regia, la que tuvo el fotógrafo Bernardo Paz con el propio rey “estando yo una vez en el bar del hotel Mirador, entraron Harald y su escolta, se tomaron una cerveza y les invité. Cuando se fueron me dieron las gracias y por la tarde, me invitó a una cerveza en el bar del náutico. Harald ha sido fiel a su gorra y a sus calcetines con sandalias”. 
Los actos del 25 aniversario del reinado de Harald de Noruega 
El aniversario se celebra durante el fin de semana en Oslo. Asisten los reyes de Suecia, Silvia y Gustavo y la reina Margarita de Dinamarca, sin su marido, dado que el príncipe Enrique se ha jubilado de sus actividades como príncipe danés y de su malestar por sentirse discriminado.
El viernes Harald y Sonia recibían en el salón de banquetes del palacio real, las felicitaciones de las Instituciones, incluidos los Samis que viven en la Laponia noruega, organizaciones religiosas y cuerpo diplomático. Hoy sábado en la plaza del palacio real hay actividades gratuitas de invierno; esquí, patinaje, snowboard o toboganes de hielo, en las que también participa la familia real noruega. El domingo 17, es el gran día de las celebraciones porque es cuando hace 25 años Harald pasó de príncipe a rey, después de la misa de once oficiada por la obispo Helga Haugland en la capilla del palacio real, se ofrece un concierto de música, juegos de invierno en la plaza abierta delante del Palacio Real y las salvas de honor disparadas por los cañones desde todas las fortificaciones noruegas acabarán con el homenaje al cuarto de siglo de reinado de Harald V de Noruega.
PAra seguirme en twitter; @cduerto
PAra seguirme en Instagram; #carmenduerto

No hay comentarios:

Publicar un comentario