lunes, 6 de junio de 2011

A la princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein le gusta España

En 2006, el periódico digital La Voz de Lanzarote daba cuenta de una visita distinguida "La princesa alemana Corinna Zu Sayn-Wittgenstein ha visitado la Isla de Lanzarote, alojándose en la localidad de Playa Blanca. Es la primera vez que esta princesa alemana, que goza de gran proyección y admiración en los países centroeuropeos, visita la isla de los volcanes. Ella y su familia disfrutaron de los paisajes del sur de Lanzarote, visitando el Parque Nacional de Timanfaya, El Golfo o Los Hervideros. Corinna Zu Sayn-Wittgenstein colabora activamente con diferente organizaciones de apoyo a la infancia y mantiene una estrecha amistad con los miembros de la Familia Real Española". Al parecer desde 2004.
También en Lanzarote disponen de una residencia veraniega la familia real. Es la casa que, según le contaba la reina en sus memorias oficiales a Pilar Urbano, costaba tanto de mantener que era preferible donarla al Patrimonio Nacional para que así corrieramos todos con los gastos. A escote, entre todos los españoles, cuesta menos el mantenimiento. Claro, que el disfrute no es proporcional. Los contribuyentes-mantenedores no tenemos opción.
A Corinna le debió gustar tanto la experiencia española que repitió un año después en Valencia, vino a navegar con el barco de seguimiento de los suizos campeones en la Copa América. Es normal que, dado el gran interés que levanta España entre los alemanes -aunque nos acusen de lo que les parezca a la primera de cambio-, Corinna haya venido, venga y que se quede mucho por España. Teniendo casa y amigos en Madrid, es más fácil. A todos los alemanes les encanta España.
Bien, pues yo creo que es muy interesante seguir los pasos de esta princesa alemana porque las personas que colaboran activamente con diferentes organizaciones de apoyo a la infancia (Ella lo hace en The Authentics Foundation) son muy loables y a la vez, mantienen estrechas amistades con miembros reales, llevar blasones no te impide ser humano,tienen vidas apasionantes e interesantes para seguir y más si añades que te apasiona la caza, me refiero a la cinegética. Que si hay que cazar un elefante, pues se caza, que el bicho es un bisonte, pues también. Además, la compañía que proporcionas en esos momentos de "vida privada" son muy de agradecer. E incluso, con ese dominio de las armas y de las relaciones se puede dedicar a organizar monterías y cacerías a gran escala.
Por cierto, la princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein también conoce Palma de Mallorca, Suiza y Marruecos, lugares que casualmente coinciden con grandes hitos personales de algún miembro destacado de una casa real. Esos lugares no son casuales y vivir en Madrid, tampoco. Es lo que tiene la gente de mundo, que conocen muchas cosas y todas reales.

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