lunes, 27 de febrero de 2012

Urdangarín esThe Artist

Que me perdone Hollywood por apropiarme de esa película, pero aquí el verdadero artista es Iñaqui Urdangarín. Su actuación tiene todos los ingredientes del guión de película clásica.
Lo de declarar es lo de menos. Me parece que su misión era colocarnos un par de mensajes; 1º Mi suegro, el Rey, y mi cuñado, el príncipe don Felipe, no tienen nada que ver en esto. 2º, mi mujer, la infanta doña Cristina,estaba absolutamente al margen de todo. Lo que viene siendo un alma cándida y 3º, el malo malísimo es mi socio Torres. Que sobre él caíga el peso de esa justicia, que decía su suegro don Juan Carlos, que es igual para todos menos para nosotros.
Existe la posibilidad de que salga absuelto,cada vez me quedan menos dudas de su absolución sin cargos, que la infanta no sea llamada a declarar, teniendo en cuenta que Iñaqui no sabe nada para qué llamar a su esposa que sabrá menos, y dentro de unos meses, cuando los periodistas que son más malos que la quina dejen de hablar del asunto, aquí no habrá pasado nada. El juez Castro será apenas recordado como un señor que ejerce en un juzgado de una isla y se acabó. Si vemos a Camps y a Costa sentados en las Cortes Valencianas como diputados, después de escucharles pedir caviar y dar las gracias por los regalos ostentosos. Será normal que todo siga como hasta ahora.
Eso sí, cada vez que uno reciba la notificación de la Seguridad Social o de Hacienda sobre una revisión de cuentas o un pago no correcto, es posible que se acuerde del yerno del rey. Me refiero a la Hacienda, esa que también somos todos, menos algunos que cobran en Suiza o radican sus empresas en paraísos fiscales, como Belice. Que es precisamente lo que le han tenido que contar en los juzgados a Urdangarín, qué pasaba con sus empresas porque su socio, el malísimo Torres, era el que lo hacía todo y él no se enteraba. Él sólo jugaba al paddel, quedaba con la gente en un palacio y cobraba pero no sabía nada de la ingeniería financiera, cosa del socio y del contable -que vuelvo a repetir que eran malísimos-. Menos mal que en el juzgado, dada su amnesía, se lo han contado todo y así, al menos regresará a trabajar para Telefónica en Washington sabiendo a qué se dedicaba en esos años de amnesia.
Para una persona que forma parte de una familia que ocupa la Jefatura del Estado de un país, que controlan toda la información de aquí y de allí, que van acompañados permanentemente por las fuerzas y cuerpos de seguridad, es sorprendente que estos detalles se les escapen, pero claro, la amnesía y el no saber le pueden pasar a cualquiera, que la sangre azul no te exime de estas pecatas minutas de las cosas del dinero, que es un tema tan poco elegante. Hablar de dinero siempre se ha considerado entre la nobleza como algo soez.
Yo me pregunto si de verdad, creen que todo esto es creíble. Como ficción, como guión de película, como rollo puede colar pero la realidad, en el caso Urdangarín, supera a la ficción. Aunque me manden; A callar ¡¡¡ todo esto es increíble.

No hay comentarios:

Publicar un comentario