La Land Rover Discovery Challenge, es la prueba a la que todos quieren ir pero tan sólo hay lugar para 42 participantes repartidos en 14 Land Rover Discoverys. Cada equipo lo forman dos coches y en cada uno suben; un periodista de motor, uno de prensa de sociedad y un famoso, que es el que lidera el grupo. El desafío consiste en realizar pruebas de todo tipo; deportivas, de habilidad, lógica y conducción con un objetivo; ganar un Land Rover Defender para una organización que tenga como fin la defensa de la naturaleza y de los animales; 
ADENA, el Lince ibérico, el Quebrantahuesos, el Lince de Doñana, el Oso Pardo, el Águila Real y el Burro son los beneficiarios. Estos simpáticos animalillos, amenazados con la extinción, son nuestros objetivos, ya que el Defender no es un coche, es el COCHE PERFECTO para estas organizaciones que tienen que subir como las cabras montesas a las cumbres, cargar como los burros o bajar como las águilas a los barrancos.Es la tercera edición de
la Land Rover Discovery Challenge, en esta ocasión por tierras de Gerona y de Andorra y quien participa se tira por un río, cojo y con muletas, con tal de repetir....Lo primero es firmar un documento en el que te responsabilizas por si te matas o te accidentas. Claro, que una vez muerto, poca responsabilidad pero lo firmas porque estás deseando participar. La equipación es la misma para todos; vaquero bien ajustado, botas altas Hunter -aunque las tenemos bajas, en bailarina y en tipo converse- camisa blanca, forro polar y chaquetón, todo por cortesía de Hunter y de Land Rover, así que divinamente. Llegas al 
aeropuerto y es maravilloso porque alguién se ocupa del equipaje, que no vuelves a ver hasta que llegas a Gerona y como el avión es un charter se adapta a nosotros.Me encanta porque me toca el equipo más dispar y del que todo el mundo está convencido que perderá. Es imposible que Carmen Lomana que va con dos catalanes Pere y Xavi ,que son galácticos, y, Tamara Flacó que nos lleva a Emilio Olivares y a mi, ganemos un Defender para el pobre Oso Pardo.
No me importa asumir que somos los inútiles porque eso nos lleva a la estrategía en ausencia de la fuerza. Nada más llegar a Gerona, salimos pitando en nuestro Discovery blanco hacia Bagur, que no es un pueblo sino un sueño medieval en el Ampurdan. Allí bajamos en piragüa, hacemos a la carrera una
gimkana cultural y construímos un carro de madera, que pesa una barbaridad, para dar dos vueltas a la iglesia "para habernos matado" por ese suelo empedrado y con aquellos tablones de 80 cm de espesor con Lomana y Tamara subidas en lo alto. Ahí entendí que nos hicieran firmar ese documento. No fue horroroso, sino lo siguiente. En ese momento, me ponen delante al inventor de la prueba y le estrello el carro. Menos mal que me dijeron que nos íbamos a dormir a la masía de Mas de Torrent, eso me dió la vida y aunque el spa ni lo ví, las risas que nos echamos todo el rato Emilio, Tamara y yo compensaron la intensa jornada. Al día siguiente, tenía agujetas hasta en las mejillas de tanto reirme. La jornada comenzaba a las ocho de la mañana y es 
el día atroz, en el que haces pruebas de regularidad esas en las que vas leyendo un plano que en vez de señas tiene sudokus, te tiras por un barranco con una tirolina, que es para descerebrados porque es un precipicio y uno va colgado de un cable, conduces por unos sitios por los que no ha entrado ni el oso pardo, buscas balizas por un monte con un GPS borracho y acabas en lo más alto de Andorra, esquiando con unos tablones de madera atados a los pies con los seis defensores del oso 
pardo encima. ¿Cómo estando en Gerona acabamos en Andorra? pues eso sólo lo saben 
los hados porque aún seguiríamos dando vueltas por los caminos de cabras. Y ¿cómo partiendo de la inutilidad, acabamos ganando? pues porque todo el mundo nos veía tan poco enemigos que nos ayudaban y en vez de lanzarnos como locos desplegábamos una estrategía. Se lo debemos a Perico Delgado por su ayuda por los montes y por sus gloriosas piernas, a Ana Boyer porque tenía media facultad de económicas trabajando para la causa y en especial, a Luis Medina, porque sus palabras iniciales nos sirvieron de aliciente y fueron nuestro fuelle.¿Correr y sudar? No, a cambio tomábamos posición y veíamos dónde se encontraban los demás equipos. Desde la atalaya era fácil indicar a Emilio dónde tenía que ir. ¿Conducir entre obstáculos? Las mujeres lo llevamos haciendo siglos. Así que Tamara se puso su música clásica a todo volumen y lo hizo 10 porque no había Vips contra los que estrellarse, sólo árboles, barrancos y lagunas de barro (Ahora puedo decir que es un mito lo de Tamara, conduce de cine). ¿Esquiar con maderos? peor es llevar la cruz diaria a cuestas. El resultado; el Oso Pardo tiene otro Defender para llegar allí donde el hombre no puede y nosotros nos llevamos horas y horas de largas conversaciones en la inmensidad de la nada dentro de un Land Rover Discovery . Gracias, Belén Lacalle por habernos invitado a participar en un evento que estaba perfectamente organizado, al equipo técnico y estratégico de Land Rover que lo hace posible y a Noho. Espectacular ¡¡¡¡
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