Silvia Jato tendría un
coche para cada momento del día
Por
Carmen Duerto
A
Silvia Jato alguna vez le han quitado algún punto por faltas menores,
aunque le guste conducir con música de rock hasta quedarse sorda, es prudente
porque es consciente que quedarse sin carné de conducir sería una tragedia para
una mujer que disfruta al volante. Su sueño sería conducir
un Porsche y un programa de motor en televisión. Para ir a las bodegas
de Valduero, en plena Ribera, nos llevó en un Audí 5 a la velocidad
reglamentaria y emitiendo ruiditos de satisfacción en las escasas curvas que
nos encontramos en los casi 160 kilómetros que separan Madrid de la localidad
de Gumiel de Mercado, donde se encuentran las bodegas Valduero. Y respetando la
máxima “Si bebes no conduzcas” para el regreso, reservamos la maestría de un
conductor astemio que nos devolvió a Madrid reglamentariamente.
- Me
encanta, es una de mis pasiones desde pequeñita. A los 18 años me saqué el carné
de conducir a la primera. Me preparé el teórico en siete días y primero me
examiné de moto y a los veinte días del práctico con el coche.
¿Cuál fue su primer coche?
- Saqué
el carné y me compré un Opel Calibra porque yo con 18 años ya trabajaba y me
pagué mi licenciatura de Económicas y Empresariales y el coche. Era tan imbécil
que no ligaba nada con el coche porque no pensaba en él como un instrumento de
llamada. Mi Calibra era mi coche, me encantaba cómo aceleraba, cómo cogía las
curvas con la tracción delantera y se agarraba que te mueres, no era peligroso
porque tenía peso y resultaba muy aerodinámico. Disfrutaba con mi coche y no
reparaba en si alguien se fijaba en él. Nunca lo utilicé para ligar.
¿Sus coches han sido muy meditados?
- Siempre
los he elegido a conciencia y los he disfrutado mucho. Cuando he estado casada
los he elegido a medias y teniendo en cuenta que con hijos un coche te
condiciona. Reconozco que es un gusto muy masculino y que me encantan los
todoterreno, los deportivos y los que ahora llaman SUV. Si pudiese permitírmelo
tendría un coche para cada ocasión y para cada momento. Tendría un parque
automovilístico enorme.
Es carne de cañón para
participar en un rallie
- No
creas porque ahí vas a contrareloj y yo soy más de coger un coche y disfrutarlo,
dentro de lo que puedes disfrutarlo siendo respetuosa con las normas de
tráfico. Quiero sentirlo sin tener la presión de un llegar a un objetivo y
hacer una ruta o superar unas pruebas. Soy más de coger un coche y perderme. Muchas
veces lo hago, me preparo mi música y me pierdo por alguna carretera sin un
destino fijo y es tal mi afición por conducir que, por mi profesión, me han
puesto chófer en muchas ocasiones y lo he rechazado porque me gusta conducir y
poner mi música, sentir el coche, la velocidad y la carretera. Prefiero
conducir yo a que me lleven.
¿Con qué música conduce?
- Soy
roquera y no creo que roce el punto de macarra, pero sí que algunas veces
alguno podría considerarme hortera. Mi música de levantarme y de acostarme
desde los doce años ha sido el rock. Bon Jovi, los Scorpions o ACDC no me los
quites porque yo soy roquera. Como buena
geminis me gusta todo tipo de música pero en el coche, el rock aunque si voy
acompañada de un pretendiente pues cambiaría a una música más melódica.
¿Con qué coche sueña?
- Me
han gustado siempre los Porsche, desde el más clásico al más moderno. Son coches
muy bajitos, notas mucho la velocidad pero al mismo tiempo resultan estables.
Hoy en día todas las casas hacen unos coches buenísimos y no rechazaría ningún
deportivo bueno. Creo que esto lo digo por añoranza, ya que con tres niños no
puedo tener uno, pero no lo descarto cuando ellos crezcan.
¿En qué coche se mueve por Madrid?
-
En un Toyota Verso de siete plazas, que es familiar y cómodo, es como una casa donde
llevamos todo. No es práctico en ciudad pero sí necesario para trasladar a mi
familia, aunque no le haría ascos a un buen todoterreno con el que me sentiría
muy poderosa en la carretera.
¿Más que Pasapalabra,
lo suyo sería un programa de coches?
- Sería
ideal. Yo, con un programa de coches en televisión, sería feliz. Nunca me
pierdo el programa inglés “Top Gear”, me encanta la crítica que hacen de
coches, cómo lo analizan y las que arman. Reconozco ser bastante nula en
mecánica pero he cambiado más de una rueda por necesidad.
¿Por qué hemos venido a Valduero?
- Porque
soy una gran amante de los vinos y nunca había entrado en una bodega como
Valduero, donde lo elaboran exquisitamente con un proceso de crianza tan largo.
Me ha encantado ver las cuevas donde duerme el vino, cómo es de limpio y
organizado todo. Me he dado cuenta que la bodega es un punto de reunión, que
tiene vida. La cata de vinos ha sido excelente y reconozco que un buen vino en
una mesa es fundamental. Con la cata de Paloma, he aprendido a mirar el vino y
a sacarle los aromas, siempre me había gustado pero ahora lo disfruto más
porque he visto lo que hay detrás de un buen vino.
Para seguirme en twitter; @cduerto
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