miércoles, 7 de mayo de 2014

Rosa Clará inaugura la Pasarela Gaudí Novias en la Bridal Week BCN

Barcelona. Carmen Duerto

Rosa Clará inaugura la Pasarela Gaudí Novias en la Fira de Barcelona en la zona de Hospitalet. Una inmensa nave alberga todos los desfiles de estas cuatro jornadas, excepto el de Pronovias, que cerrará el viernes en Montjuic la pasarela
nupcial.

Sesenta propuestas de trajes largos y cortos. Todos en blanco en sus diferentes matices y curiosamente, todas las modelos iban sin ramos, contribuyendo a realzar esa monocromía blanca. Las organzas, puntos de seda, tules y sedas de los trajes se decoran con aderezos de cristal, pedrería, perlas y encajes. Los escotes son pronunciados con espaldas desnudas unas tan solo cruzadas por gruesos tirantes y otras, matizadas con encajes transparentes y un curioso juego de rejillas con cristalitos.

Detalles de camelias blancas en tela y ausencia de velos. Diferentes volúmenes inspirados en los trajes de las "heroínas del cine". Mujeres como Grace Kelly, Sarah Jessica Parker o Audrey Hepburn, han inspirado a Rosa Clará en sus propuestas para las novias del 2015.
Joyas discretas de Joyería Ramón para Rosa Clará y algunas mangas de tul decoradas con bordados de pedrería evitaban el uso de aderezos. Toda esta contención estilística se acompañaba de un maquillaje de Mac sencillo y natural, apenas
labios rosados y pómulos ligeramente matizados.
Un desfile elegante y contenido para unas mujeres que parecían salidas de Annie Hall, Sexo en NY o Desayuno con diamantes, esa falda abullonada con volumen Dior, vuelve a Rosa Clará, que ha tenido la temeridad de sacar a desfilar a una princesa italiana de 17 años, Larissa Windisch-Graetz, hija de la princesa Sofía de Habsburgo, que desde la primera fila con su móvil le hacía fotos y que, evidentemente, dado que era su primer desfile, no tenía la soltura del resto de modelos. También en primera fila una parte del club de las primeras esposas de jugadores del Barça; Antonella Rocuzzo, Daniela Seeman, Yolanda Cardona y Nuria Cunillera, todas ellas con unos zapatos de Lauboutin para los que hay que hacer prácticas antes de salir de casa con ellos. Unos 22 centímetros tenían de media.

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