sábado, 6 de noviembre de 2010

Elena, 10 años, acaba de ser madre. DEL FUEGO SE RESURGE DE LA IGNORANCIA NO

Del fuego se resurge
de la ignorancia, NO

Elena, hizo un viaje de dos días en autobús embarazadísima. Venía a España a parir ¿con qué intención?. Papeles, cobertura sanitaria…..no tengo ni idea pero lo cierto, es que hay que apoyarla. A esa cría hay que sacarla de esa red de ignorantes. 10 años y se quedó embarazada con 9, si es que me retumba en los oídos y me golpea en el estómago. Es la edad de mi sobrina. La veo y no puedo imaginarme que le pasara algo similar a lo que le ha ocurrido a la pobre Elena. Mi sobrina juega con muñecas, está aprendiendo las cosas más elementales de la vida, porque aún es una niña, ni psicológicamente ni socialmente está preparada para algo así. Ni ella ni la cría rumana.



Espero que los programas de televisión que se nutren de los despojos, de la ignorancia y que habitualmente viven de la inmundicia, no consideren este drama como una mina sin pozo. Bastante dramática es la situación para que la conviertan en un show porque tiene todos los elementos para darles un juego infinito.


Según voy enterándome de más datos, me da más pavor su vida y la del recién nacido. El padre tiene 13 años y es su primo hermano. Vivían juntos con la abuela en Rumania porque las madres estaban en España trabajando. He visto a esa siniestra mujer encantada hablando en la televisión contando como lo más normal del mundo que su niña haya dado a luz. Es una subnormal, sus capacidades están por debajo del mínimo de normalidad y de humanidad. Me dan igual sus creencias, culturas y estupideces, es analfabetismo y falta de neuronas. La desgracia de esas dos criaturas, Elena y su bebé, de haber venido al mundo en esa “familia” es dolorosa y alguien tendría que cortar con esa cadena de horrores. La analfabeta de la madre/ abuela dice que ha sido su primo hermano de 13 años –que era su novio- el que la dejó embarazada, esa es la versión oficial. Ojalá sea así, por lo menos el origen es conocido, aunque la realidad sospecho que pueda ser aún peor y más macabra.


Al Defensor del Menor le preocupó mucho la exposición pública de Andreita, la niña que no se come el pollo que su madre le ofrece. Espero que también intervenga en el caso de la niña rumana que acaba de parir. Ahora que conocemos ese horror tenemos que actuar, no se puede dejar que perpetúen esa denigrante y penosa situación. Una niña de 10 años tiene que estar escolarizada y jugando, no criando un bebé porque aún ella tiene que terminar de criarse.


Es inadmisible que, conociendo la situación, permitamos que se perpetúe. Del fuego se renace, de la ignorancia no, podía leerse en el atrio del Gran Teatro de La Fenicie de Venezia.


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