miércoles, 24 de noviembre de 2010

NADIE SE ACORDÓ DE LETIZIA, UN ERROR DE PROTOCOLO EN PERÚ

NADIE SE ACORDÓ DE LETIZIA


Nadie recibió a la princesa Letizia en el Palacio de Gobierno de Perú. La dejaron de lado mientras Felipe de Borbón, recibía el saludo de los Húsares de Junín. El príncipe, se bajó del coche y enseguida le acompañaron por la alfombra, pero nadie reparó en Letizia. Nadie la recibió al salir del coche. A ambos les abrieron la puerta a uno le recogieron a pie de puerta y a la otra, la ignorarón, ante el abandono salió escopetada hacia la verja. Allí había un señor al que Letizia le preguntó qué hacia y él se ofreció a acompañarla, por fuera de la alfombra, hasta el inicio de las escaleras. La hicieron pasar por detrás de los periodistas y en pleno himno nacional español se incorporó al lugar donde estaban su esposo y el presidente Alan García. Incluso, éste le dió la mano mientras estaban interpretando el himno.
También fue muy extraño que el presidente peruano quisiera resarcir el error y la tomase del brazo para recorrer  juntos, así agarrados, la alfombra roja. De esta forma le hizo notar que se le hizo pasar por la puerta falsa. Mientras ellos hacian el paseillo Felipe les esperaba en el mismo lugar, el inicio de las escaleras, desde el que escucharon los himnos. Al parecer, el protocolo dice que ella tiene que ir no junto al príncipe en la alfombra roja; pero sí en paralelo a él. Por delante de la línea de periodistas mientras el príncipe pasa revista. Esto no fue así y seguro que fue un despiste pero dejó desconcertada a Letizia y desde luego la ignoró.

Me ha sorprendido gratamente la actitud tan correcta de don Felipe. Lo ha hecho todo con una naturalidad aplastante, si hubiera sido ella, habría parado a toda la comitiva, a la banda de música y habría hecho notar la ausencia.

Letizia para pasar su primer día en Perú, se ha puesto otra vez el traje que utilizó para recibir a Carla Bruni en La Zarzuela en Madrid y para inaugurar una exposición en Ifema. Por la noche, se puso otro hito, el traje rojo con gran abertura y escote palabra de honor que uso para una de las celebraciones en la boda de Victoria de Suecia. Un vestuario hasta ahora, que se ha visto hasta la saciedad porque han sido exposiciones punteras.
Yo no sé si alguien se ha quejado de que escoja siempre los atuendos de segunda mano para determinadas visitas. Eso a mi me parece que es como hacer de menos a alguien o algo. Por cierto, ultimamente está mostrando un perfil bajo, no habla tanto, no pregunta tanto, ambos cuchichean menos, deja a su marido más protagonismo, parece que incluso, va ligeramente por detrás de él y está como si se tomara un valiun. En un segundo plano y sin aspavientos.

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