miércoles, 24 de noviembre de 2010

LA PRESI, UNA COOLHUNTER QUE CREA TENDENCIAS

ESPERANZA AGUIRRE, FUE LA PRIMERA EN DAR UNA RUEDA DE PRENSA EN CALCETINES GRUESOS CON SANDALIAS.

Es normal que ahora en Elda, centro logístico de la zapatería mundial, la premien como la Mejor Calzada de España y si me apuran yo lo extendería a Asia, porque de allí venía con el estilismo.
Podría haberse cambiado de zapatos, como hizo con la ropa, podía haber pedido que le llevaran unos zapatos o unas medias o incluso, se podía haber quitado los calcetines porque tiempo tuvo. Ella llegó y departió con sus colaboradores antes de dar la rueda de prensa. Pudo haberse quitado ese look tan arriesgado, sin embargo, a falta de manchas de sangre, desgarrones y otros padecimientos por venir precipitadamente de donde venía, Bombay, escogió salir a dirigirles unas palabras al respetable de esa guisa. Y ahí está lo sorprendente, que ha creado tendencia. Ese disparatado dress code ahora es el que se lleva, en todas las pasarelas hemos visto la combinación calcetín con sandalia o zapato.
Todo el que quiera ir a la moda o demostrar lo moderno que es, debe copiar el look de Esperanza Aguirre. Es normal que los zapateros le reconozcan ese mérito.
También que se ponga zapatillas de esparto, tan españolas, atadas con cintas a lo largo de la pierna para ir de actos oficiales. Es una mujer bien calzada y reconoce que le gustan los zapatos. Tiene muchos pero también es verdad que ella los luce sin parar porque es una mujer muy volcada en la calle y en los actos públicos.

Le gustan los tacones, aunque en contadas ocasiones use bailarinas y también ha seguido la tendencia de las plataformas, que son cómodas y te permiten subir en altura sin machacarte demasiado el pie. Es arriesgada, no usa un zapato clásico. Le gusta estar a la última y no tiene reparos en sorprender con su calzado.
Por cierto, sigue la costumbre tan femenina de llevar sun par de zapatos de sustitución bien en su bolso o en el de su asistente. Eso es lo que le permitió, calzarse sandalias en su huida de Bombay, ya que lo primero que perdió en la carrera fueron los zapatos, gracias a que su asistente le llevaba las sandalias de repuesto, pudo ponerse el calcetín grueso que te dan en la primera clase de los aviones combinado con su calzado de sustitución.



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