Como
todo son marcas y
eventos en torno a Cannes, hay que aclarar que el Festival homónimo, es un
certamen de cine que va por su 66 edición y es, como dijo Jean Cocteau, “un
microcosmos” que va mucho más allá del cine”. Es incluso un carnaval y una
fiesta. La zona de playa, por ejemplo, es tomada por chiringuitos de marcas
para agasajar con bebidas y comilonas a sus invitados. Las fachadas de los
edificios que dan al paseo marítimo, que es por donde transcurre todo este
circo, se tapan con enormes lonas promocionando películas, los balcones también
los alquilan como soporte publicitario y por las aceras, todo tipo de frikies
reclaman sus cinco minutos de gloria. 
Hay
días en los que, incluso, puedes pasar de ir al palacio de festivales a ver
cine y no lo echas de menos. Chopard toma el ático del hotel Martínez y allí da
rienda suelta a todos los brillis-brillis que los orientales, rusos y
africanos, los mercados emergentes del joyerio, puedan desear, e incluso, los
ladrones mundiales se reúnen también en Cannes para “trabajar” de hecho a esta
firma suiza les han robado, en esta edición, piezas valoradas en un millón de
euros. También el textil aprovecha para abrir sucursales en los dos kilómetros
de su codiciada Croisette, no necesitan de mayor reclamo que convocar en pleno
festival, cuando las estrellas de ayer; Jane
Fonda, Cindy
Por
cierto, que hay veces que todo se mezcla como en la aclamada película sobre la
vida de “Grace
of Mónaco” que ha sido presentada en la 66 Edición del Festival de Cine de
Cannes.
Y
otra de las cosas que chocan es la ausencia, de momento, del bloggerio.
Haberlos haylos pero no son las estrellas principales. Aún, el firmamento
galáctico de Hollywood, tiene mucho que aportar a la alfombra roja del Festival de cine de Cannes.
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