lunes, 20 de mayo de 2013

He probado el reafirmante facial de Carmen Montalban




Carmen Montalban lleva siete años ocupando una esquina de la calle Nicasio Gallego, 9. Una zona elegante y tranquila de Chamberí, donde se encuentra el centro de belleza minimalista. Un amplio acceso de entrada y las pequeñas cabinas de tratamiento, en la que se agradece que la música no sea el típico mantra chill out que puede ser cargante, sino unos clásicos de los ochenta revisionados en soul.

Desde mi punto de vista, Montalban, se diferencia de los otros tratamientos probados en otras cabinas de estética, en el trabajo facial que hace con el masaje de manos. Es tan profundo que estoy convencida que las cremas llegan a capas inferiores. Facilmente se emplea a fondo unos sesenta minutos, que se hacen cortísimos por el bienestar que produce y hacen honor al lema de la casa; “La belleza está en la fuerza y en las manos de una profesional”. 
El tratamiento comenzó con una higiene facial, seguido por un tratamiento lifting de reafirmación, que completó con aparatología no invasiva y por el contrario, muy agradable. En mi caso utilizó los ultrasonidos, unos veinte minutos de aplicación por todo el rostro, cuello y escote y sales como nueva. Eso sí, al principio la sensación es extraña cuando te pasa el aparato de ultrasonidos por la mandíbula, sientes que los empastes de las muelas se calientan, pasadas esas ligeras molestias, queda una sensación de calorcito agradable.

Al parecer, los efectos de su tratamiento facial duran un mes, creo que a mi me ha durado un poquito menos, pero doy fe que sales de la cabina con la piel más firme e incluso, con los pómulos marcados. Si puedes destinar unos 90 euros al mes para hacerte este tratamiento, es muy recomendable.
@cduerto


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