Contra el cáncer, investigación y mientras tanto Ayuda a los afectados.

ONE, LA PULSERA QUE GENERA SONRISAS
“Esta es, en palabras de Paco Arango, la parte alegre del cáncer infantil. Con en el dinero recaudado por esta nueva edición de la pulsera One, queremos hacer una sala de recreo en el Gregorio Marañón donde niños y adolescentes puedan distraerse y evadirse por un momento de su enfermedad”.

Paco Arango

Pulsera One con perla tahitiana y tuercas
en plata. 159 euros en la Joyería Suarez.

La joyería Suárez lleva colaborando con la Fundación Aladina desde 2008, destinando el 20 por ciento de los ingresos por la venta de la pulsera ONE a incrementar los fondos de esa organización. Paco Arango, el alma de este proyecto, la puso en marcha en 2005. Lo que hacen los voluntarios que colaboran en la Fundación no se puede conseguir con dinero ni con donaciones, sólo es posible con amor. Aunque si uno adquiere estas pulseras, 159 euros, que este año cuenta con Nuria González como madrina, y las han hecho de colores, beig, azul, granate, gris, elásticas y con tuercas de plata, además de amor, también se aporta un granito de arena. Arango cree que mientras llega el milagro de la curación del cáncer, la magia de una sonrisa puede ayudar a los críos mientras luchan a muerte. La presentación en la joyería de Suarez en la calle Serrano de Madrid fue austera y justa con los fines y motivos. Ojalá que los Paco Arango se clonen y multipliquen por 1000 por todo el mundo. Gente como él o como, Bill Gates o Esther Koplowitz que invierte de su propia fortuna personal en investigación contra el cáncer, otras enfermedades y en asistencia social, se replicarán como se expanden las esporas.

Nuria y su Hermés abierto de par en par “un día me van a robar”, estuvo encantadora y también austera con un look de campiña inglesa. Ella que está volcada ayudando sin parar al padre Ángel, prometió implicarse más con Aladina. Cari, austera también, con las únicas tahitianas de las pulseras One, repartía sus felicitaciones navideñas en las que aparecen su nieto y su perro mascota. Exactamente igual que hacen en las Casas Reales, que ponen a los niños para desearnos todo lo mejor de lo mejor para el año nuevo, excepto Camila y Charles, que como ya los tienen creciditos se han puesto ellos mismos esquiando.