miércoles, 22 de diciembre de 2010

SIMPLEMENTE FABULOSO

El Corte Inglés, inaugura en Serrano, 47 un megaespacio con 70 referencias imprescindibles en el mundo de la joyería, la relojería y la bisutería. 500 metros cuadrados para disfrutar de Bvlgari, Hermés, Oridiam o Suárez.

Las cosas hay que hacerlas a lo grande o no se hacen. El Corte Inglés es así y además convoca con una copita de champagne en una mano y en la otra con uno de los 300 arbolitos de galletas hechos con cariño por Simply Fabulous. Un excelente catering, dicho sea de paso. Coordinado por Silvia Ortega, que me dejó entrar en la trastienda para ver las bandejas de nieve que se habían inventado y los 300 arbolitos de galletas.
No todos los días se estrenan 500 metros de tienda en Madrid en la calle Serrano, 47, en plena milla de oro, para albergar a 70 firmas de joyería, relojería y bisutería. Mezclados con los 200 invitados, daban la bienvenida; Betina González, Mónica Ruiz, Jose María Folache, Magali Yus y Pilar Marcos -por cierto, no me pueden gustar más sus vestidos de Sfera y sus zapatos Gloria Ortiz, los it must del mundo celebritie.
Laura Ponte apoyaba sus diseños de alta joyería acompañada por su pequeña hija que revoloteaba a su alrededor Por cierto, la cría iba vestida igual que Romeo Beckham y con uno de los joyones diseñados por su madre adaptado a su dedito corazón. Hay que ir empezando a acostumbrar a los dedos a cuajarse de joyas.
Si no puedes elegir de quien te enamoras elige todo lo demás. No puedo estar más de acuerdo con esta sentencia de Oridiam y así se lo dije a Sylvia Rodríguez, para qué complicarte; oro y diamantes de color blanco, eso lo entendemos todas.

Otra lección de estilo es la que recibí de Cari Lapique, al pie del cañón del negocio. Ella está empeñada en rozar el record mundial de venta de pulseras solidarias ONE y no pierde ocasión de recordarmelo. Ella, por la Fundación Aladina, mata. Supe, gracias a Magali que me llevó a conocerla, que Begoña Zunzunegui, empezó en el mundo de la bisutería y que allá por el año 1962 le vendía apliques con bolas de colores a Dior de Paris y ellos los colocaban en sus sandalias. Así empezó su imperio Beccara, ahora hace todos los moldes ella misma consigo misma y a mano y en su casa. Al parecer, el prototipo se lo pasa a unas mujeres discapacitadas y ellas los realizan artesanalmente. Me dejó con la boca abierta gracias a que un camarero me ofreció un guirlache casero del catering dulce y navideño y eso me reconfortó otra vez con la realidad.

Y donde no hay China que valga es en la sastrería de Lorenzo Caprile que para eso estaba Chiquín Figueroa con total look del diseñador para demostrarlo y además, feliz porque desde hoy cierran el estudio por vacaciones y así aprovechan para acuchillar los suelos de madera de esos salones que tan bien conoce mi admirada Elena de Borbón porque su cuñada Letizia es más de que le manden a casa/palacio los trajes.

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