miércoles, 13 de octubre de 2010

Letizia se equivocó

Su llegada a la Castellana envuelta en ese enorme mantoncillo gris, que no podía controlar, fue desafortunada pero mucho más, cuando se lo quitó y dejó ver su interpretacción de lo que para ella es la etiqueta. Una camisa con bordados -de aspecto bordados a cien en China- y pantalones XXX con un cinturon como de mejillones aplastados, que resultaron ser ágatas. Más los acostumbrados andamios de alzas y el pelo sin peinar, contribuía a desaliñar más el conjunto.
Esas fotos envuelta en el mantoncillo simulaban, por el lugar lleno de militares, a Agustina de Aragón envuelta en su bandera defendiendo Zaragoza. Vale que lo suyo es una vocación de servicio y un no parar de trabajar por España, pero ya está bien de sus llamativas apariciones. No hay nadie que se lo pueda decir antes de sacar los zapatos-andamios de palacio?
Tampoco el pelo de Cristina era muy afortunado, ese estilo globo no favorece y pone años, pero al menos, había hecho el esfuerzo de ir a la peluquería a domarlo. Elena, impecable.
Encontré de las más elegantes a Elena Salgado y a Sonsoles Zapatero. Qué bonito tono calabaza haciendo juego con los guantes. Yo me pregunto, sino sería posible enviárle a Zarzuela II, al asesor estilista de Moncloa para que aplique un par de nociones básicas en ese armario caótico.
Sólo se pide sobriedad. No llamar la atención con interpretaciones particulares del protocolo social. Ya no estamos en el bloque de Vicálvaro.

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