El último día es como otra Cibeles Madrid Fashion Week. El front row es sentimiento puro, con los familiares volcados en sus jovenes promesas del diseño. Las madres, es natural, acaban llorando sienten que por fin le han dado sentido a ese empeño de sus criaturas por ser diseñadores. Casi, casi como la progenitora de Carlos Díez, que viene a todos sus desfiles con las medias descanso y su Virgen del Carmen en oro. Son desfiles muy sentidos con un graderio ocupado a la derecha por los familiares y compañeros de instituto y a la izquierda por los bloggueros. Casi todas las modelos salen pitando hacia Milán, así que para el EGO de Aberasturi se renueva el casting. Tampoco se libran de la bascula, se las mide y pesa para cumplir con el índice de masa muscular reglamentario. La sala de prensa es un desierto, los stand de revistas no agotan los ejemplares en 20 nanosegundos e incluso, sobran chocolatinas. Algo inédito.
Tan sólo, ese nuevo invento de la coolpeople le ha dado algo de vidilla al último día. 500 entradas para presenciar el desfile de 56 anónimos se han repartido en una hora. Desde que se abrió la veda, para que todo aquel que tuviera mono de subirse a una pasarela y sentirse Heidi Klum o Velencoso por un día, se han recibido casi 1000 solicitudes. Todas las etnias han tenido su representante; modernos, pijos, neogóticos, emos, chonis,..un sin parar. Tres horas de ensayo reality "supermodelo" les han bastado para aprender la coreografia. Zara, Top Shop y Bershka han tenido por fin su momento Cibeles. Para animar un poco más ese graderío cercano a la final de la superbowl, han camuflado entre la coolpeople a cuatro bigardos jugadores de baloncesto del Estudiantes. Al final, todos salían con su ejemplar del YO DONA daily fashion, el hit de esta edición de Cibeles, un periódico diario a color con una tirada de 3000 ejemplares que se ha distribuido en los seis días que ha durado este circo, igual que sucede en las pasarelas internacionales. Por cierto, y no es por ponernos medallas, pero los coolhunter del sustituto de Oriol Elcacho, hemos sido Jose Luis Díez y yo misma, que con impresionante ojo clínico hemos visualizado, minutos antes de desfilar, a Javier Saavedra como el coolpeople ganador "como me imaginaba que habría mucha mamarracha y mucho disfraz me he puesto este traje de chaqueta que me han prestado porque sabía que iba a ser el único vestido así". Lamentablemente, la camiseta de "Soy Cibelino" y los 200 euros de premio no los ha entregado la musa de Cibeles, Carmen Lomana, presente en primera fila con gafas oscuras, sino Ana Locking y Juan Duyos
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